sábado, 8 de noviembre de 2014

CARDIOPATIA ISQUEMICA

Conjunto de enfermedades que resultan de un desequilibrio entre las necesidades y el aporte de oxígeno.

Reúne un grupo de entidades caracterizadas por un insuficiente aporte sanguíneo al miocardio.

Delimitación generica para un grupo de síndromes relacionados que se deben a isquemia al miocardio, por desequilibrio entre la perfusión cardiaca y sus demandas energéticas.

Las manifestaciones clínicas de la CI son consecuencia directa del aporte insuficiente de oxígeno al
corazón, y hay principalmente 4:

ANGINA DE PECHO (ángor). La isquemia produce dolor pero es insuficiente para producir la muerte de células de miocardio.
Tenemos tres subdivisiones del ángor:
  • Angina estable. El dolor es constante después de un cierto nivel de ejercicio.
  • Angina variable (de Prinzmetal). Se debe a vasoespasmo coronario
  • Angina inestable. Se produce con ejercicio de perfil bajo, o incluso en reposo.

La angina se manifiesta con dolor precordial con irradiación que puede ser al brazo izquierdo, lo cual es muy común, aunque también puede irradiarse a la mandíbula.

INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO (IAM): La gravedad y la duración de la isquemia son suficientes para producir la muerte del musculo cardiaco. 

CARDIOPATÍA ISQUÉMICA CRÓNICA: Se refiera a la descompensación cardiaca progresiva que se produce tras un infarto de miocardio, y cursa con insuficiencia cardiaca.

MUERTE SÚBITA CARDIACA (MSC). Se suele deber a una arritmia mortal como resultado de una isquemia miocárdica, aunque como veremos más adelante también hay otras causas de muerte súbita.
Estos síndromes son todos manifestaciones tardías de una enfermedad aterosclerótica coronaria que comienza en las primeras fases de la vida, pero solo se manifiesta cuando la luz del vaso está muy reducida.

El SÍNDROME CORONARIO AGUDO se aplica a tres manifestaciones catastróficas de la CI:
  • Angina inestable
  • Infarto agudo de miocardio
  • Muerte súbita cardiaca  
Protocolo clínico para el tratamiento dental del paciente con CI.
Hay que considerar el tipo de patología cardíaca, la gravedad de la misma, el tiempo trascurrido desde que aparecieron las manifestaciones clínicas, las complicaciones y el tratamiento que está recibiendo el paciente. Desde hace algunos años ya se consideraba que en pacientes con CI era fundamental,antes de someterles a tratamiento dental, reducir la ansiedad y el estrés con premedicación, realizar una buena técnica anestésica y monitorizar al paciente durante el tratamiento.
 
En el protocolo actual a seguir en el paciente con angina estable o postinfarto deberemos, antes de planificar el tratamiento odontológico, consultar e incluso pedir ciertos informes al médico que controla al paciente.
Asimismo, se deberá realizar una valoración actual con un control anterior al tratamiento de ciertas constantes vitales como el pulso y la tensión arterial. Una buena medida sería monitorizar al paciente durante el tratamiento con el pulsioxímetro que nos medirá el grado de oxigenación periférica y la frecuencia cardíaca, además de tener una previa toma de la tensión arterial.
 
Si el paciente está tomando nitritos deberá traerlos a cada visita por si se desencadenara el dolor torácico o de forma preventiva antes de realizar la anestesia local.

La anestesia deberá ser eficaz con un buen control del
dolor. Actualmente el uso de vasoconstrictores es considerado correcto (33-35). Cuando inyectemos la anestesia con vasoconstrictor deberemos estar seguros de no inyectar en un vaso sanguíneo por lo que aspiraremos durante la perfusión, asimismo, no deberemos administrar más de 2 carpules con vasoconstrictor, el equivalente a 0,036 mg de epinefrina.

Es fundamental en estos pacientes la reducción del estrés y la ansiedad previa al tratamiento. Esto se puede realizar con la administración de ansiolíticos como benzodiacepinas de acción prolongada, el diazepam a dosis de 5 a 10 mg por vía oral la noche antes y 5 mg de una a dos horas antes de comenzar el tratamiento dental. Algunos autores utilizan sedación por inhalación con oxido nitroso/oxígeno.
 
Es conveniente realizar visitas cortas de no más de 30 min de duración. La posición más cómoda para el paciente es semisupina.
Respecto al momento más idóneo del día para realizar el tratamiento era considerada la mañana (temprano) porque existía menos cansancio y estrés. Sin embargo, este factor es discutido actualmente puesto que al amanecer es el momento donde existe una mayor incidencia de ataques cardíacos.
 
Si el paciente está tomando anticoagulantes o antiagregantes deberemos controlar el exceso de sangrado a nivel local.
Los pacientes con angina inestable no son candidatos al tratamiento dental programado y si fuera necesario un tratamiento urgente se debería hacer en una consulta de odontología hospitalaria.

Si durante el tratamiento odontológico surgiera dolor
torácico se deberá detener inmediatamente el tratamiento y se le administrará un comprimido de nitroglicerina sublingual, administrando al mismo tiempo oxígeno con gafas nasales (3 l/min) (37, 38). Si desaparece el dolor se valorará continuar con el tratamiento o citar al paciente otro día. Si no desapareciera el dolor se volverá a administrar otro comprimido sublingual y se esperaran otros 5 min. Si en 15 minutos desde que se instauró el dolor no desaparece hay que proceder a trasladar urgentemente al paciente a un medio hospitalario.


REFERENCIAS:
  • Silvestre Donat F. Javier. Miralles Jordá Lucia. Tamarit Santafe Carmen. Gasco Ricos Raquel. Manejo clínico-odontológico del paciente con cardiopatía isquémica: actualización. Med Oral 2002; 7(3).
  • Gómez Esteban Alberto. Cardiopatía isquémica. Disponible en: http://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=3&cad=rja&uact=8&ved=0CDIQFjAC&url=http%3A%2F%2Fwww.sld.cu%2Fgalerias%2Fpdf%2Fsitios%2Frehabilitacion%2Fcap_6.pdf&ei=Vw5fVO6KL46myAScwYHACw&usg=AFQjCNFmfE906Ntpz_Yo3RFyreVFwAiz7A&sig2=6vaEmBqNqMeh7geF_C234A&bvm=bv.79189006,d.aWw

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